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Helen Cadbury

Una breve historia de La Liga del Testamento de Bolsillo

120 años de evangelización

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Hemos estado celebrando bolsillos desde el año 1893. A lo largo de nuestra larga historia, más de 100 millones de Evangelios de bolsillo han sido compartidos por nuestros miembros en todos los rincones del mundo. Este es un breve resumen de la larga historia de la Liga.


Helen Cadbury entregó su vida a Cristo a la edad de 12 años. Poco tiempo después ella organizó un club con un grupo de amigas, el cual llamaron La Liga del Testamento de Bolsillo.

La visión extraordinaria de una adolescente’

El ministerio evangélico comenzó en 1893 como la visión de una adolescente llamada Helen Cadbury, hija del presidente de chocolates Cadbury. Ella estaba tan entusiasmada por compartir su fe que organizó un grupo de niñas que cosíeron bolsillas en sus vestidos para llevar el pequeño Nuevo Testamento Evangélico que su padre les había entregado. Las niñas llamaron a su grupo "La Liga del Testamento de Bolsillo." Utilizando pequeñas tarjetas de membresía, ellas se comprometieron a: leer una porción de la Biblia cada día, orar, y compartir su fe cuando Dios les presentase la oportunidad.


Arriba se muestra la tarjeta de membresía original utilizada por Helen Cadbury y sus amigas como símbolo de su compromiso de leer, llevar y compartir La Palabra de Dios.

Esa misma visión todavía dirige a este ministerio evangélico hoy día. A través de sus muchos años, el ministerio ha disfrutado de momentos de tremenda victoria en cuanto a haber llevado gente por Cristo.

En 1904, Helen se casó con el evangelista Charles Alexander, quien oficialmente, en marzo de 1908, organizó la Liga con el Dr. J. Wilbur Chapman en Filadelfia, PA. Alexander había estado asociado con el prominente evangelista Dwight L. Moody. Su experiencia en la evangelización alrededor del mundo dio gran impulso a la Liga.

En 1914, La Liga del Testamento de Bolsillo abrió una oficina en Londres, y comenzó a compartir Evangelios como parte de su extensión durante la Primera Guerra Mundial. En octubre de ese año, una campaña de evangelización repartió 400.000 Nuevos Testamentos a los soldados en la llanura de Salisbury.

Durante los locos años veinte, miembros de la Liga del Testamento de Bolsillo formaron equipos de trabajadores del ministerio en las fábricas y oficinas, para compartir a Jesucristo con sus compañeros de trabajo, por medio de la entrega de Evangelios y de la organización de estudios bíblicos. Léan un informe veraz del año 1920 en nuestro Museo Virtual. Durante el período sombrío del año 1930, conocido como la Gran Depresión, los miembros de la Liga compartieron Evangelios a través del Cuerpo de Conservación Civil en el Sur y en toda Nueva Inglaterra. El Cuerpo fue un esfuerzo organizado del gobierno para poner a trabajar a los hombres desempleados en proyectos públicos.

El crecimiento de la Liga durante los años de la guerra

Durante el tiempo en que la furiosa Segunda Guerra Mundial se prolongó en toda Europa, su impacto fue sentido por la Liga. El 29 de diciembre de 1941 la sede internacional de la Liga en Birmingham, Inglaterra, fue destruida por las bombas. Durante la guerra, equipos de la Liga visitaron los campamentos militares alrededor de los EE.UU. compartiendo las ediciones especiales del Nuevo Testamento.


A partir de sus humildes comienzos, la Liga ha llevado la Verdad de la Palabra de Dios a millones de personas por más de 100 años.

A medida que la guerra llegaba a su fin, la Liga extendío su alcance sobrepasando las fronteras. Tras un año de cuidadosa planificación y oración, un esfuerzo para compartir las Escrituras en el extranjero se puso en marcha en China, utilizando una edición especial en Chino del Evangelio Según Juan. Unos años más tarde, la Liga comenzó a proporcionar el Evangelio y Nuevo Testamento a Formosa y a Japón. El General MacArthur solicitó a la Liga 10 millones de copias de la Palabra de Dios. De hecho, miembros de La Liga del Testamento de Bolsillo contribuyeron con un número impresionante de 11 millones de Evangelios para la nación de Japón, en virtud de la gracia de su desprendimiento y oración. Esto es notable especialmente porque los Evangelios en aquellos tiempos eran considerablemente más caros de lo que son hoy, y aún así los miembros los pagaron.

Como resultado de estos Evangelios que fueron compartidos en Japón, el capitán Mitsuo Fuchida, quien una vez había dirigido el ataque en Pearl Harbor, aceptó a Cristo como su Salvador. ¡Incluso trabajó para la Liga! Pueden leer su testimonio personal con todo detalle en nuestro museo virtual. Las Escrituras también fueron compartidas en Corea del Sur después de la guerra de Corea. Syngman Rhee, Presidente de la República de Corea dijo: 'Estando consciente del poder de La Palabra inspirada de Dios, aplaudo profusamente el plan de la Liga del Testamento de Bolsillo para distribuir millones de copias de Las Sagradas Escrituras en nuestro país.'

El presidente Dwight D. Eisenhower conocía la importancia de compartir La Palabra de Dios. Él dijo: 'En el más alto sentido, la Biblia es... la fuente fundamental e indispensablle de inspiración para la vida en libertad de Los EE.UU.' Reconoció públicamente los esfuerzos de la Liga, diciendo que 'La Liga del Testamento de Bolsillo, y todos los demás involucrados en la distribución de la Biblia, se han dedicado a una noble tarea.' Pueden leer toda la carta del presidente Eisenhower, así como las cartas de apoyo por parte de otros cuatro presidentes, en nuestro museo virtual.

La Guerra Fría y los años de Vietnam

Durante la década de 1950, el secretario de relaciones exteriores de la Liga, un hombre llamado Glenn Wagner, viajó extensamente para animar a los líderes a traer a sus ciudadanos de regreso a la Biblia. Gracias a su influencia, muchas iniciativas se desarrollaron en todo el mundo, y muchas personas llegaron a una relación personal con Jesucristo por medio de la lectura de La Palabra de Dios. Sólo en África, más de 5 millones de Evangelios fueron compartidos en varios idiomas durante la década de 1950. En 1962, durante el mayor apojeo de la Guerra Fría, una iniciativa juvenil de gran alcance, salieron a compartir el Evangelio en zonas comunistas, más de 18.000 jóvenes de 137 países participaron en esta iniciativa. Cuando la Guerra Fría terminó en 1988, la Liga había logrado distribuir 100.000 Evangelios Según Juan y 15.000 Biblias en ruso, en la Unión Soviética.

“Si sólo pudiéramos conseguir que la gente lea el libro por sí misma, con toda seguridad los llevará a Cristo.”
—Helen Cadbury

Un programa de radio llamado "Noticias de una dimensión diferente" con Beattie Víctor salió al aire en 1963, dando a conocer a la Liga en 200 estaciones de radio y alcanzando a 39 estados y 15 países extranjeros. Reportando las noticias del 'significado espiritual', Beattie a menudo relató acciones actualizadas de las actividades de la Liga.

El evangelista Billy Graham fue un gran incitador para la Liga, comentando: 'Estoy completamente de acuerdo con la obra realizada por la Liga del Testamento de Bolsillo, y sigo orando por los que están asociados con ella.'

Durante la Guerra de Vietnam, dos millones y medio de Evangelios fueron compartidos con los soldados y el Vietnamita. Evangelios Bi-centenarios fueron compartidos con todos los miembros del Congreso en 1976. Cientos de miles de portadas especiales de las Olímpíadas fueron compartidas en una cantidad de juegos olímpicos.

En 1969, Helen Cadbury Alejandro murió, pero la Liga y sus miembros siguen compartiendo el Evangelio de Jesucristo con entusiasmo. En total, más de 100 millones de copias del Evangelio han sido compartidas por los miembros de la Liga, desde el inicio de este ministerio evangélico que ha cambiado al mundo. Actualmente, la membresía se mantiene en 863,085 Cristianos que tienen un deseo, como el que una vez tuvo Helen, de compartir la Palabra de Dios. Todo debido a que una joven y valiente mujer tuvo una visión para llevar La Palabra de Dios a las almas perdidas que estaban a su alrededor. Ella había dicho, "Si sólo pudiéramos conseguir que la gente lea el Libro por sí misma, con toda seguridad los llevará a Cristo."

¿Y tú? ¿Te gustaría unirte a este emocionante movimiento y continuar con el legado iniciado por Helen Cadbury? La membresía es gratuita. Todo lo que necesitas es el deseo de compartir tu fe. Hacemos que sea tan fácil como darle a alguien un regalo de una manera amistosa, en un encuentro uno-a-uno. ¡Inscríbete hoy mismo!